Historia Colectiva desde escenarios íntimos a partir de El fin, de Giuliana Kiersz

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A finales del mes de abril de 2020 convocamos a 75 compañeras de distintos oficios, profesiones y latitudes, con las cuales consideramos que existe un vínculo de búsquedas y/o de afectos, a compartir segundos de su vida en confinamiento, mientras leemos El Fin, de Giuliana Kiersz.

El texto de Giuliana hace converger múltiples interpretaciones y apropiaciones. Es el testimonio de un momento histórico, político, social, y el relato de un espacio íntimo, personal; que concluiremos son el mismo, y que se presiente cíclico. No nos interesaba poner en acción una palabra que abraza y requiere del abrazo, desde un único y quizá privilegiado aislamiento entre cuatro muros y una cámara espectante; así que convertimos en premisa la pluralidad de los confinamientos: Los Fines.

Decidimos llamarla Historia, ya que el video como lenguaje juega con esta estética del home made, las redes sociales, y su reciente noción de Historia como apología de lo breve, lo inmediato y efímero; sin embargo nuestra historia sugiere un álbum de instántaneas armado con una de las virtudes del aislamiento: la eliminación de la prisa, y con ella la amplitud de percepción de la otredad.

Si bien nuestro trabajo está enfocado a prácticas comunitarias y procesos colectivos, ésta es la primera ocasión en que nos enfrentamos a un diálogo a través de estas medialidades; y fue a partir de la retroalimentación de algunas de las compañeras a propósito de su experiencia en el ejercicio, que hemos redimensionado el valor de la acción y la mirada en conjunto a distancia; de sugerirnos formas de acompañamiento que se apropien de las herramientas virtuales para reconocer a la otra, reconocernos en la otra, sin importar los kilómetros que nos separan; coincidir desde Argentina, Francia, Alemania, Chile, España, Uruguay, y México, es una de las mayores riquezas de Los Fines.