Monólogo para dos actrices y un cerdo con gastritis
Comencé a los 23, ahorrando
para comprar un coche,
me jubilé a los 66.
No recuerdo ni el modelo
ni el color del coche.
Martha.
Entre computadoras y máquinas de escribir existe un pequeño pero muy repetido ecosistema de seres con circunstancias y problemáticas muy particulares que se mimetizan durante ocho horas, cinco días a la semana de todos sus años, a fin de hacer funcionar una gran máquina, una institución que los absorbe y deshumaniza a cambio de la seguridad simulada que ofrece todo aquello que la sociedad demanda.
El presente es un ensayo sobre el “YO” detrás de una credencial y un número de nómina, de los sueños pendientes antes de los pendientes en el cajón, de la insatisfacción de los que aún no han perdido la sensibilidad para reconocerla.
El último acto de resistencia que recuerdo
fue mi primer día en el jardín de niños.
GALERÍA
Monólogo para 2 actrices y un cerdo con gastritis
IMTAP, Colombia, 2017.