PICNIC

​

Se tiende a afirmar que los tiempos “de antes” son mejores que los del presente, probablemente sea un síntoma de nostalgia crónica, o probablemente sea cierto, pero sería imposible confirmarlo sin la capacidad de viajar al pasado; afortunadamente contamos con máquinas de tiempo, todas ellas esperando ser activadas mediante el ejercicio de la memoria: la verbalización del recuerdo, para su comunión o discrepancia con otros recuerdos, permite la construcción de un mapa más completo, un panorama más fiel del pasado.

Partiendo de almuerzos – conversatorios en el espacio público, a los que son invitados transeúntes, vecinos y actores específicos, se propone la convivencia en torno al recuerdo, donde el ejercicio de compartir y sumar experiencias personales diseña un escenario colectivo del pasado, de los múltiples pasados, en comparación con el presente, lo que permite la reflexión en torno a la transformación, o incluso el desplazamiento de una identidad barrial en el proceso de modernidad. Los imaginarios del pasado rescatados por sus habitantes son plasmados en el espacio público a través de acciones paralelas en las que intervienen las artes vivas, artes aplicadas, y arte urbano. Picnic trata de recuperar y expandir la memoria de un espacio público específico.